Inmigración 3
Como era de esperar, a medida que la crisis se recrudece surge el debate sobre la política migratoria y los problemas que generan los 7-8 millones de inmigrantes que han llegado al país en la última década. Por otro lado, la emigración vuelve a ser un fenómeno frecuente y ayuda a la gente a ver las cosas desde otro punto de vista, con lo que surgen las discusiones entre los que abogan por cerrar fronteras y realizar expulsiones masivas y los que abogan por la libre circulación en base a la dignidad de las personas y las oportunidades que merecen, independientemente de su origen.
Como algunos ya sabréis, yo soy partidario de la primera opción, por pura supervivencia, aunque si los recursos y la situación fuesen otros, cambiaría de postura, pues me encantaría que la gente pudiera buscar lo mejor para sí misma independientemente de su lugar de nacimiento. De hecho, en un mundo semiesterilizado en el que las mujeres no pudieran dar a luz más de una o dos veces, abogaría por la libre circulación hasta llegar a una densidad tope según tipo de territorio. Pero las cosas no son así.
Las cosas pintan más feas con medio planeta esquilmado y subiendo, mas gente multiplicándose como langostas y subiendo, con los combustibles fósiles baratos acabándose y con el chiringuito financiero trilero a punto de derrumbarse a nivel mundial. En este escenario sobra gente y sobre todo gente prolífica sin cabeza y proveniente de ambientes violentos. La inmigración tercermundista nos va a explotar en la cara en cuanto se acabe el dinero para paguitas y asistencia social y sanitaria. Y las segundas y terceras generaciones van a traer cola. Sólo hay que mirar a Francia.
Por eso abogo por una política migratoria dura, aunque siempre tratando al inmigrante con la máxima dignidad. Pero límite de entrada claro y expulsiones inmediatas. Es eso o acabar a tortazos en cuanto nos apriete un poco más la crisis. Aún estaríamos a tiempo de evitar un Amanecer ciclado a la española que no puede estar ya a mucho de aparecer. Al final todo es una cuestión de reparto de recursos y lo aplicable para un hogar debería aplicarse para un país. Yo soy de los que ponen puerta blindada en casa y si se tercia rejas en las ventanas. No soy mucho de abrir la puerta para que se sirva de mi nevera quien lo necesite. Así que con la política migratoria haría lo mismo y tendría claro que mejor algo egoísta pero con la tripa llena que idealista arrepentido en estado avanzado de desnutrición.
Opiniones bienvenidas, vagos.
Como algunos ya sabréis, yo soy partidario de la primera opción, por pura supervivencia, aunque si los recursos y la situación fuesen otros, cambiaría de postura, pues me encantaría que la gente pudiera buscar lo mejor para sí misma independientemente de su lugar de nacimiento. De hecho, en un mundo semiesterilizado en el que las mujeres no pudieran dar a luz más de una o dos veces, abogaría por la libre circulación hasta llegar a una densidad tope según tipo de territorio. Pero las cosas no son así.
Las cosas pintan más feas con medio planeta esquilmado y subiendo, mas gente multiplicándose como langostas y subiendo, con los combustibles fósiles baratos acabándose y con el chiringuito financiero trilero a punto de derrumbarse a nivel mundial. En este escenario sobra gente y sobre todo gente prolífica sin cabeza y proveniente de ambientes violentos. La inmigración tercermundista nos va a explotar en la cara en cuanto se acabe el dinero para paguitas y asistencia social y sanitaria. Y las segundas y terceras generaciones van a traer cola. Sólo hay que mirar a Francia.
Por eso abogo por una política migratoria dura, aunque siempre tratando al inmigrante con la máxima dignidad. Pero límite de entrada claro y expulsiones inmediatas. Es eso o acabar a tortazos en cuanto nos apriete un poco más la crisis. Aún estaríamos a tiempo de evitar un Amanecer ciclado a la española que no puede estar ya a mucho de aparecer. Al final todo es una cuestión de reparto de recursos y lo aplicable para un hogar debería aplicarse para un país. Yo soy de los que ponen puerta blindada en casa y si se tercia rejas en las ventanas. No soy mucho de abrir la puerta para que se sirva de mi nevera quien lo necesite. Así que con la política migratoria haría lo mismo y tendría claro que mejor algo egoísta pero con la tripa llena que idealista arrepentido en estado avanzado de desnutrición.
Opiniones bienvenidas, vagos.
1 Comments:
Supongo que ya es tarde para hacer una política de inmigración con cabeza, ¿verdad?.
Eso hubiera sido lo suyo: que sólo hubieran entrado inmigrantes con un contrato de trabajo decente (o al menos al nivel de decencia del de un español), y no tolerancia a los sin papeles. Tendríamos una situación algo mejor imagino.
Eso sí, no te puedes deshacer de ellos cuando ya no te sirven, eso me parece muy utilitarista, y son personas.
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